jueves, 18 de diciembre de 2008

¿Es la osteoporosis una enfermedad?

La Real Academia Española de la Lengua define enfermedad como alteración más o menos grave de la salud. Si seguimos el concepto de la OMS, la salud es un estado de bienestar físico, psíquico o social. Siguiendo con conceptos, uno de los más recientes (NIH Consensus. JAMA 2001; 287:785-795) define la osteoporosis como un trastorno generalizado del esqueleto caracterizado por una alteración de la resistencia ósea que predispone a la persona a un mayor riesgo de fractura. Por tanto, la persona que padece una osteoporosis, no tiene síntomas, salvo que tenga una fractura. Es una situación de riesgo de padecerlas. No estamos ante una enfermedad como tal, en la que debemos tratar o aliviar un padecimiento, para mejorar la salud de un paciente.
Estamos ante un posible futuro problema. Nuestra misión sería prevenir, pero para iniciar medidas preventivas: de pruebas diagnósticas o medidas terapéuticas, tendremos que tener muy claro que los resultados mejoran a los inconvenientes, o efectos colaterales, de la puesta en marcha de esas medidas. Y las autoridades sanitarias, tendrán que decidir si el esfuerzo económico que representa la puesta en marcha de esas actuaciones (pruebas diagnósticas, tratamiento farmacológico) compensa en resultados, en prioridades, con respecto a otras actuaciones sanitarias que verán mermados sus recursos al invertir en los nuevos.
Como siempre, pensemos en Primum non nocere (lo primero, no hacer daño) la expresión atribuida a Hipócrates, sobre todo cuando aplicamos nuestras actuaciones sanitarios a sujetos sanos.
El grupo de trabajo de osteoporosis de los distritos sanitarios Granada y Metropolitano, hemos revisado las guías de actuación sobre osteoporosis para intentar disminuir la variabilidad clínica. Nuestros resultados están publicados en formato web en "Acuerdos en osteoporosis"

viernes, 5 de diciembre de 2008

Para los alumnos de Medicina Preventiva

Os han encomendado redactar un documento sobre las actividades preventivas del centro de salud, donde estáis realizando vuestras prácticas.
En Gran Capitán, como en otros centros, se llevan a cabo numerosas actividades de prevención, unas muy evidentes ya que tienen espacios organizativos propios, como el programa de vacunaciones o el de detección precoz del cáncer de cervix o el de prevención de morbilidad materno fetal mediante el programa de embarazo. Otras en cambio, la mayor parte, tienen lugar durante la consulta y se imbrican con nuestra actividad asistencial, como por ejemplo: detección de factores de riesgo cardiovascular, detección del precoz del cáncer de mama, del de próstata, prevención de fracturas en ancianos y mujeres postmenopáusicas, prevención de trombosis mediante el control de coagulación de los pacientes anticogulados, de planificación familiar...
Durante vuestra corta estancia, deberéis estar atentos en los momento de la consulta a demanda, para que podáis captar estas actividades, ya que la asistencia a pacientes consume casi todo nuestro horario laboral.
La regulación de una buena parte de esas actividades preventivas viene consignada en los documentos de los llamados procesos asistenciales
. Estos documentos han sido editados por grupos de trabajo promocionados por el Servicio Andaluz de Salud. Describen, para un determinado problema clínico, lo que debemos hacer todos los profesionales (médicos, tanto de familia como especialistas hospitalarios, enfermeros, administrativos, personal de laboratorio...) para atender a un paciente que entra en ese determinado proceso. También describen los indicadores con los que se evalúa ese proceso. Los que os interesan a vosotros tienen actividades preventivas (primarias, secundarias y terciarias) y terapéuticas. Ahí tenéis una fuente de información para hacer vuestro trabajo (mirad primero la guía rápida)
Otra fuente de información que os recomiendo es el programa de actividades preventivas de la Sociedad Española de Medicina de Famila: PAPPS
donde se expone la teoría que sustenta todas estas actuaciones.
Para redactar vuestro trabajo pensar en una introducción, donde justifiquéis la importancia del tema, un apartado de actividades del programa preventivo en cuestión, donde redactaríais como se lleva cabo esa actividad, otro de resultados en el que, si es posible, aportéis algún dato de los indicadores del programa en el centro y finalizar con unas conclusiones en el que hagáis comentarios sobre vuestra impresión del programa en sí.
Si necesitáis ayuda con la redacción del trabajo, no dudéis en escribirme.
Ante todo, durante vuestra estancia en el centro tened en cuenta:
-Todo lo que veáis y oigáis es confidencial.
-Pensad que la discreción en la atención al paciente es fundamental. Imaginaros vosotros como pacientes que acudís a la consulta y como os gustaría que os atendieran.

lunes, 1 de septiembre de 2008

La publicidad de la vacuna del papilomavirus

Después de aparecer enlaces sobre la publicidad de algunas comunidades autónomas de la puesta en marcha de la vacunación del papilomavirus, en la lista de médicos de familia de MEDFAM, envío a la lista los siguientes mensajes:
"Pues seguimos con la recomendación de "revisiones ginecológicas" realizada por el servicio público, que os costará dolores de cabeza
con las peticiones de las usuarias; luego nos quejaremos de las demandas de los pacientes, cuando son los propios servicios sanitarios, entre otros (médicos, publicidad...) los que las inducen. Creo que los profesionales sanitarios perdemos oportunidades ante los criterios políticos. En Andalucía también cuecen habas, por supuesto: examen de salud a los
mayores de 65 años o "recetas de la junta", por decir algunas" y también:
"En Andalucía las citologías cervicales se hacen en el centro de salud, por las enfermeras o, como es el caso del centro en el que estoy, los
médicos; también se lleva a cabo planificación familiar y embarazo (este último en combinación con ginecólogos). El screening del cáncer
de mama también está protocolizado (no entro en discusión si mal o bien realizado). Por todo ello, espero que cuando se implante, desafortunadamente, la vacunación del papiloma, que llegará según parece, la publicidad del tema tenga en cuenta al menos estos precedentes y no nos desconsidere con las frases que vemos en otras comunidades de "revisiones por su ginecólogo" o "revisiones ginecológicas" que inducen a error, a sobrecarga asistencial y a medicalización (Por si algún responsable del tema lee estas líneas)"

domingo, 20 de enero de 2008

Blog de Juan Tormo

Una magnífica explicación de cómo hacer una presentación en PowerPoint.
Pero no olvidemos también:
-Mirar a los ojos del auditorio
-No leer
-Mejor de pie
-Pasión: como si estuviéramos contándoselo a nuestra madre


Death by PowerPoint


From: thecroaker, 5 months ago





Fighting death by PowerPoint... How to make a presentation and not to bore your audience to death.


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lunes, 14 de enero de 2008

Hipertensión en adolescente (Continuación)

Sigo preocupado por mi paciente adolescente marroquí. Pendiente de revisión por parte de los internistas, que han descartado por ecografía masas renales o suprarrenales, pero sus análisis siguen alterados: disfunción hepática leve y disminución lenta del aclaramiento de creatinina: ahora en 62 ml/mto (hace dos meses 70 ml/mto).

jueves, 3 de enero de 2008

Mujeres y dislipemia

Uno de mis nuevos pacientes acude para que le prescriba medicamentos para tratar sus cifras de colesterol elevado. No tolera las estatinas (disfunción hepática), es hipertensa (no severa) bien controlada con medicación, y no presenta antecedentes familiares ni personales de problemas cardiovasculares. Me solicita prescripción de una resina junto a ezetimiba. Le indico que no tengo clara la indicación de estos fármacos. Mis argumentos son los siguientes:
1º. Su riesgo vascular es inferior al 20%. Si utilizamos la tabla indicada en el documento del proceso de riesgo vascular editado por la Junta de Andalucía (Proceso RCV SAS) su riesgo coronario es del 13% (es decir, de 100 pacientes en sus mismas circunstancias, 13 tendrán un accidente cerebrovascular o un problema coronario: infarto o angina, en los próximos 10 años). Pero esto es usando los supuestos más desfavorables de las cifras de colesterol total y del colesterol HDL, ya que desconozco las cifras previas al inicio del tratamiento. De confirmarse ese riesgo del 13% estaría indicado tratamiento farmacológico si su colesterol LDL es mayor de 190, con el objetivo de que descendiera por debajo de 160 mg/dl.
Pero si usamos otras tablas como las del estudio DORICA, (Med Clin) que usa tablas basadas en población española (y no como las del proceso del SAS, que usa datos de población americana, que tiene una mortalidad cardiovascular mayor que la española) el riesgo baja al 9% (y siempre usando las cifras de colesterol más desfavorables). En este caso no estaría indicado ningún tratamiento farmacológico.
2º. En el mejor de los casos, la disminución de las cifras de colesterol total a valores inferiores a 200 mg% mejoraría el riesgo cardiovascular al 7%: la probabilidad de tener un infarto de corazón o una trombosis cerebral bajaría del 13 al 7% en las tablas del proceso de la Junta de Andalucía
3º. El tratamiento de la dislipemia en mujeres que no han tenido problemas cardiovasculares previos está muy discutido. Léase al respecto el artículo de una de las más prestigiosas publicaciones científicas médicas JAMA, (JAMA)
donde se lleva a cabo una revisión exhaustiva del tema y se concluye que no hay evidencia científica suficiente, de que tratar a las mujeres con dislipemia, y sin antecedentes previos vasculares, reduzca la incidencia en ellos de acontecimientos cardiovasculares (es decir trombosis cerebral o infarto cardíaco).
4º. El uso de fármacos no está exento de riesgos y la aparición de efectos secundarios siempre hay que tenerla presente. Recordemos el caso del fármaco cerivastatina utilizado para tratar la hipercolesterolemia y que hubo que retirar por sus efectos adversos graves sobre la musculatura (rabdomiólisis) y del que tuve ocasión de comprobar y publicar uno de los casos acontecidos (Tormo J et al. Aten Primaria 2001)
Para concluir, el colesterol elevado no es una enfermedad, sino un factor de riesgo de enfermedad, al contrario de lo que terminan pensando nuestros pacientes. En un sociedad medicalizada y medicamentalizada, como la que nos encontramos, creo que los médicos tenemos que valorar con sumo cuidado las decisiones de tratar con fármacos la prevención de enfermedades. Creo que debemos proteger a nuestros pacientes de intereses (como el beneficio económico de la industria farmacéutico, el beneficio de un gremio o el beneficio de la clase política) que no estén basados en mejorar la salud de nuestra población. Opino que son las autoridades sanitarias las que deben decidir en qué situaciones el beneficio de tratar con fármacos que son financiados por el sistema público, supera los riesgos de no tratar para prevenir la aparición de enfermedades. Probablemente, en determinados ámbitos, una de las primeras misiones del médico de familia es proteger a sus pacientes de la medicación excesiva, sobre todo cuando no hay evidencia suficiente de que esta le vaya a mejorar sus expectativas de vida